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“Indigenismo, el nuevo comunismo”: así ven la conquista de América los políticos de la derecha española

El Día de la Resistencia Indígena y el Día de la Hispanidad, esos son los nombres con los que Latinoamérica y España, respectivamente, recuerdan el arribo de Cristóbal Colón a la isla Guanahaní el 12 de octubre de 1492.

Cinco siglos más tarde, ambas denominaciones son resaltadas por los políticos de esas regiones con perspectivas de quienes fueron los colonizadores y los que fungieron como colonizados.

Es por eso que a través de los años, mientras la ultraderecha de España expresa su orgullo y alegría por la colonización de América, Manuel López Obrador, presidente mexicano, ha estado exigiéndole a Madrid que se disculpe por los crímenes de esa época.

Asimismo, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, dijo recientemente que el “indigenismo” quiere crear una versión falsa de la conquista española en Latinoamérica.

De igual forma, aseguró que “España llevó la civilización y la libertad a América” y que cuando los líderes de estos países reconocen sus culturas y raíces en realidad están “deshaciendo la historia de España” y promoviendo “un indigenismo que es el nuevo comunismo”.

Con respecto a la exigencia de López Obrador, cumplida por el Papa Francisco, Díaz Ayuso dijo que le “sorprende que un católico que habla español hable así a su vez de un legado como el nuestro, que fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo”.

Iván Espinosa de los Monteros, un vocero del partido Vox, criticó al pontífice por emitir su disculpa “en nombre de los demás” cuando es un “papa de nacionalidad argentina”.

El funcionario también resaltó su sentimiento de orgullo por la libertad, la igualdad y la aplicación de la ley de manera equitativa, tildados por él como “los valores de la hispanidad”.

Esta solicitud por parte de México fue también criticada, además de burlada, por el ex presidente del Gobierno de España, José María Aznar, en el mes de septiembre.

Aznar se mofó de los orígenes de cada uno de los nombres del presidente mexicano diciendo: “Andrés por parte de los aztecas. Manuel por parte de los mayas. López, qué es eso, vamos. Y Obrador de Santander”.

Sin hacer referencia a los despojos violentos que realizaron los españoles contra los indígenas, tanto culturalmente como socialmente, agregó: “si no hubiesen pasado algunas cosas, usted no estaría allí, ni se podría llamar como se llama”.

“No podría haber sido bautizado, ni podría haberse producido la evangelización de América”, continuó en su discurso.

“España liberó”

La narrativa siguió con las clasificaciones de “salvajes” y “caníbales” de los pueblos nativos por parte de Toni Cantó, encargado de la Oficina del Español en Madrid.

Asimismo, negó la labor colonizadora de los españoles y en cambio le otorgó a su país el título de “liberador”, pues su llegada a América Latina supuso la liberación de un pueblo dominado por “un poder que era absolutamente brutal y salvaje”.

“A partir de ahí creamos una historia común y con un legado histórico del que nos tenemos que sentir muy orgullosos. Reivindicando algo muy bueno que hicimos de forma conjunta y que espero que sigamos haciendo durante muchísimos año”, aseguró.

A Cantó lo acusan de ocupar un cargo en el que solo se dedica a realizar promociones de los españoles en Europa.

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