R. Kelly, cantante de I Believe I Can Fly, es culpable por cargos de extorsión, abuso y tráfico sexual

Un tribunal de Nueva York encontró el lunes a Robert Sylvester Kelly, cantante conocido como R. Kelly, culpable por cargos de extorsión, abuso y tráfico sexual de varias mujeres afroamericanas y hombres a lo largo de los años.

Las víctimas femeninas que testificaron en el juicio eran menores de edad cuando Kelly abusó de ellas. Asimismo, uno de los hombres afectados era menor de edad y el otro tenía 20 años para el momento del suceso.

La primera en declarar fue Jerhonda Pace, quien fue grabada por el cantante en 2009 mientras tenían relaciones sexuales, además de que se le exigía que usara vestimenta de niña exploradora.

Pace contó que si no saludaba a Kelly cada vez que entraba a la habitación en la que se encontraba, este le escupía o la abofeteaba.

Una segunda mujer dijo que la invitaron a pasar a la parte trasera del escenario de un concierto del artista, quien luego la violó en ese mismo lugar. Dos días antes, el cantante había contraído matrimonio con una menor de edad.

Las historias contadas por las víctimas se hicieron cada vez más atroces. Una demandante que decidió testificar como “Jane Doe N.°5” expresó que fue abusada desde el 2015, cuando comenzaron una relación, hasta el 2020.

Doe, así como otras dos mujeres, dijeron que R. Kelly las había contagiado con el virus del herpes. En el caso de Doe, aseguró que la transmisión fue “a propósito”.

Asimismo, señaló que recibía castigos físicos si desobedecía alguna orden y que en ocasiones terminaba con sus glúteos rasgados y con hematomas luego de que Kelly la golpeara fuertemente.

En otro momento, Doe resultó embarazada y el depredador sexual la obligó a abortar. También era forzada a frotarse excremento en su rostro o a untarse fluidos corporales mientras se grababa.

Víctimas masculinas

En cuanto a los dos hombres, el primero fue abusado luego de entrar a la residencia del autor del éxito mundial I Believe I Can Fly para un presunto trabajo en su estudio musical, pero el músico terminó realizándole sexo oral.

La segunda víctima masculina, quien tenía 20 años, fue besado a la fuerza y obligado a tener sexo con varias mujeres. Mientras ocurría el acto sexual, Kelly los filmaba y procedía a masturbarse.

Todas las víctimas presentes en el juicio coincidieron en que su agresor es un hombre controlador, así como con problemas de ira y violencia. Según el diario ABC, el hasta ahora “máximo exponente del rhytm and blues” les ordenaba que lo llamaran “papito”.

De igual forma, varias indicaron que Kelly las extorsionaba, pues fueron forzadas a redactar cartas con confesiones falsas sobre los hechos.

Robert Sylvester Kelly está actualmente a la espera de que el 4 de mayo del próximo año se dicte el veredicto final en su contra.

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