Michael Sussmann, ex socio del bufete de abogados Perkins-Coie, alineado con los demócratas, está en el eje de la investigación del Asesor Especial del Departamento de Justicia de Estados Unidos, John Durham, encargado de llegar al fondo del presunto Russiagate.
Sussmann está acusado por mentir ante el Buró Federal de Investigación (FBI) y presentar presuntas pruebas que vinculan al expresidente Donald Trump con Rusia por medio del Alfa Bank, con sede en Moscú.
Una historia sin fundamentos y con mucha cobertura noticiosa fue desestimada por la unidad de investigación federal, la cual reveló que Alfa Bank no era parte de la Organización Trump sino de una empresa de marketing masivo vía correo electrónico.
Computer scientists have apparently uncovered a covert server linking the Trump Organization to a Russian-based bank. pic.twitter.com/8f8n9xMzUU
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) November 1, 2016
It's time for Trump to answer serious questions about his ties to Russia. https://t.co/D8oSmyVAR4 pic.twitter.com/07dRyEmPjX
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) October 31, 2016
“Aunque Sussmann solo enfrenta un cargo por declaración falsa, el documento de 27 páginas ofrece una amplia ventana a cómo comenzó la estafa de Russiagate y cómo los operativos demócratas y funcionarios lo alimentaron”, escribió el periodista progresista Aaron Maté.
¿Motivos políticos?
La motivación política es ahora esgrimida por los defensores de Sussmann, pero críticos de todos los ámbitos como Mollie Hemingway de The Federalist están de acuerdo con que la misma agitación de los medios corruptos los desacredita.
“Que se hayan otorgado premios, promociones y elogios por amplificar mentiras financiadas en secreto por la campaña de Hillary Clinton y armadas por burócratas gubernamentales politizados los desacredita aún más”, dijo a Fox News Digital.
“En un mundo justo, se arrepentirían, renunciarían al periodismo y colgarían las manos avergonzados”, añadió.
"I mean, what more evidence do you need? It’s very, very obvious." -Natasha on the Alfa Bank story in October 2018, to the approval of two other Russiagate disinformation actors. pic.twitter.com/JKr3IYlXML
— Aaron Maté (@aaronjmate) September 16, 2021
No link between Trump & Russia
— WikiLeaks (@wikileaks) November 1, 2016
No link between Assange & Russia
But Podesta & Clinton involved in selling 20% of US uranium to Russia
Un informe sin conclusión del medio Slate, publicado en el 2016 por Franklin Foer y titulado ¿Se estaba comunicando un servidor de Trump con Rusia?, fue presentado por Clinton como una prueba fidedigna de una presunta colusión Trump-Rusia a menos de 14 días para las elecciones presidenciales.
En su momento, Jake Sullivan, actual asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden y ex asesor de campaña de Clinton, aludió a una “línea directa secreta” como pieza fundamental del supuesto nexo entre Trump y el Kremlin.
En este sentido, Foer admitió hace poco que sobre él es de quien se habla en la acusación federal por el envío de 2.500 palabras del artículo a Fusión GPS, una firma de investigación, antes de su publicación.
Get prosecuted you meant to say. HRC/DNC paid for a foreign operative who colluded with Russian officials to smear Trump as the colluder. Also, what about FEC violations in terms of how the money was funneled through a law firm.
— Yossi Gestetner (@YossiGestetner) September 17, 2021
Apologize
— Max Abrahms (@MaxAbrahms) September 16, 2021
Una infame cadena para sentar las bases del Russiagate incluye la participación de Marc Elias, abogado de campaña de Clinton que contrató a Fusión GPS, firma que a su vez contrató a Christopher Steele para que este hiciera público un expediente con información no verificada.
Steele reconocería luego que Sussmann le suministró el relato de la supuesta conexión de Trump con Alfa Bank. Dichas acusaciones fueron de nuevo analizadas en 2018 por The New Yorker y el medio concluyó que no habían explicaciones inocuas para sus comunicaciones.
What's most amazing about all of this is that the NYT/CNN/NBC/HuffPost/Vox axis will spend countless hours objecting to Big Tech censorship before the election in Russia, while they themselves perpetrated the same thing in the US, and will now ignore these new revelations.
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) September 21, 2021
Foer alimentó la difamación de 2016 en el canal Msnbc, donde reconoció en el show All in with Chris Hayes que la historia estaba adelantada y que aún “no conocemos muchos de sus fundamentos”.
Por su parte, Natasha Bertrand, periodista de CNN, se sumó a la ola especulativa y entonces declaró: “¿qué más pruebas necesitas? Es muy, muy obvio”.
“Ahora se han quedado en silencio”
El sector liberal de los medios corporativos fue fulminado en un artículo del periodista Glenn Greenwald, quien dijo que la acusación contra Sussmann es un punto de quiebre con el “ala Russiagate” de Estados Unidos.
“La historia de cómo difundieron esta desinformación no solo involucra la criminalidad potencial descrita en esta acusación contra el abogado de Hillary pero, lo que es aún más grave, a unos medios podridos y profundamente corruptos”, redactó.
I was on Joe Rogan's show the week Big Tech and the corporate media were using the CIA lie about the Hunter docs to censor. This was a few days before I quit the Intercept because they wouldn't let me write about it. It was so clear what was going on:pic.twitter.com/Fby4SGxvzV
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) September 21, 2021
That state TV propagandist from CNN explicitly said they *know* that the Hunter Biden docs are "Russian disinformation." He said he *knows.*
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) September 21, 2021
How did he know? Because FBI officials told him. You can't get lower or more toxic than these corporate media people.
“Fueron Hillary y su equipo quienes habían fabricado el engaño, luego fingieron que, como todos los demás, estaban enterándose de que era cierto, porque un medio de comunicación al que habían enviado la historia falsa acababa de publicarlo”, añadió.
Por su parte, Aaron Maté escribió: “como era de esperar, las mismas voces de los medios que repitieron como loros la historia de Alfa Bank y otras innumerables fantasías de Rusia a lo largo de la era Trump ahora se han quedado en silencio”.
Por otro lado, la acusación contra Sussmann fue tildada de “débil” por la analista Bárbara McQuade de Msnbc, a la vez que David Corn, de Mother Jones, dijo que el gran timo es el de “Trump y sus secuaces” para hacer ver que se trata de algo elaborado por los demócratas del estado profundo.
One interesting aspect of the fact that it's a POLITICO reporter with a new book confirming the authenticity of the Hunter docs:
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) September 21, 2021
It was POLITICO — through the co-Queen of Russiagate frauds, @NatashaBertrand — who first used CIA to dismiss the docs as "Russian disinformation." pic.twitter.com/eL17sAayHJ
2) CNN's @camanpour — the week before the election — explicitly refusing to discuss the reporting on the Biden family by claiming that it's not the media's job to determine if the documents are or are not authentic. Watch this shit:pic.twitter.com/mkI4Jtd4SN
— Glenn Greenwald (@ggreenwald) September 21, 2021