En 2019, un total de 4.716 copias de 155 obras fueron reducidas a cenizas por la Junta Escolar Católica Providence, misma que agrupa a 30 escuelas de habla francesa en Ontario, Canadá, por ser “obsoletas e inapropiadas” para los indígenas.
Se trataba de contenidos para niños, según Radio Canadá, medio que tuvo acceso a la información gracias a un documento interno de la junta escolar y un video dirigido a los estudiantes.
Asimismo, se descubrió que en la quema estuvo involucrado el Ministerio de Educación, pero no tuvo ningún rol en la selección de las obras.
En Canadá han quemado miles de libros de Asterix, Tintín, Pocahontas y Lucky Luke por "mostrar prejuicios contra los indígenas". La censura de los imbéciles, de los progres imbéciles. pic.twitter.com/MivGL5AtPT
— Mon Bosch (@josepramonbosch) September 9, 2021
Entre las copias se encontraban las del cómic Tintín en América y títulos como Astérix en América, Pocahontas, El hijo de los hurones y Los esquimales.
La junta escolar dijo que Tintín en América posee una representación negativa y ofensiva de los indígenas del país norteamericano, ya que los llama “pieles rojas”. También criticaron que su lenguaje es inaceptable y contiene “información incorrecta”.
Por otro lado, los títulos de Pocahontas y Astérix en América fueron eliminados debido a la sexualización de las mujeres indígenas.
QUEMAN LIBROS EN CANADÁ!
— Diego Delgrossi (@DDelgrossi) September 10, 2021
Ásterix, Tin-Tin, Pocahontas…
Quítenlos de los anaqueles de las bibliotecas de esos colegios, pero NO LOS QUEMEN! 😢
Esto “reconcilia”? Este es el camino de ignorancia e imbecilidad que los “políticamente correctos” con Poder siembran.😡#NoQuemenLibros pic.twitter.com/QPBDrDbJQd
Suzy Kies, encargada de supervisar la quema, declaró que “desarrollamos lo que se llama salvajismo sexual, una imagen de las mujeres nativas como mujeres fáciles. Pocahontas es muy sexual y sensual, para nosotras las nativas es peligroso”.
En cuanto a Los hijos de los hurones, la condena fue hacia los hombres indígenas sin camisa en su portada. Además, aseguran que el libro representa de manera falsa la biografía de Étienne Brûlé, un explorador francés nacido en 1592.
Por último, Los esquimales fue destruido por su propio nombre, pues según la junta educativa ese término es actualmente usado de forma despectiva hacia los inuit (poblaciones de las regiones árticas de América del Norte).
Perpetuación de los estereotipos
“La gente entra en pánico por la quema de libros, pero estamos hablando de millones de libros que tienen imágenes negativas de los indígenas, que perpetúan estereotipos que son realmente perjudiciales y peligrosos”, aseguró Kies.
Kies, quien también es copresidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas del Partido Liberal, agregó que estas historias fueron escritas por los europeos, y que la perspectiva dada es eurocéntrica y no proviene de los aborígenes.
Justificando la quema de los libros en Canadá, expresó: “no estamos tratando de borrar la historia, estamos tratando de corregirla”.
Faked her "Indigenous" ancestry and burned books at a school in Ontario…of course she heads up the Liberal Party's Indigenous Commission! https://t.co/4mWJ8uYDFd
— Rachel Curran (@reicurran) September 9, 2021
“¿Qué derecho tienen para hacer tal cosa?”
Tras la destrucción de las lecturas, Sylvie Brien, escritora de The Indian College Affair, libro incluido en la acción, cuestionó: “¿qué derecho tienen para hacer tal cosa? Es completamente ridículo”.
Brien resaltó que de hecho ella fue una de las primeras personas que habló sobre los “horrores de las escuelas residenciales” para los indígenas en su obra.
Jean-Claude Larocque, autor de la biografía del explorador Brûlé, denunció que todo se trata de “pura censura” e hizo referencia a una lista de libros que fueron prohibidos en la década de 1960 en las escuelas católicas.
“Me doy cuenta de que puede ser tan frágil, de que puede convertirse en objeto de vergüenza de la noche a la mañana… ¿Quiero seguir luchando?”, lamentó el autor del buscador Laflèche, Marcel Levasseur, además de decir que tuvo la sensación de haber sido “prohibido” y en consecuencia duda si podrá lanzar otro álbum de su creación.