El jueves, un joven de tan solo 13 años de edad golpeó sin piedad a su amiga, un año mayor que él, en la cabeza con una pata de cabra (barra de metal usada para retirar clavos) en O Carballiño, un municipio de Galicia, en España.
Aún se desconoce si la posterior caída sufrida por la chica desde el segundo piso en el que se encontraban fue por consecuencia de su huida o por un empujón del agresor.
El choque desde esa altura le generó una pérdida importante de masa encefálica, y ahora el personal médico que la atiende en el Hospital de Ourense se mantiene en vilo.
La prensa del país reseñó que el servicio de emergencias fue sorprendido por una llamada del victimario, quien les exclamaba que acababa de matar a su compañera.
Los hechos, según la investigación en curso, se produjeron luego de que ambos se citaran en una plaza y se marcharan juntos a la vivienda del agresor.
De urgencias a evaluación psiquiátrica
Agentes de la Guardia Civil arribaron al lugar de los hechos momentos después de que los servicios de emergencias acudieran por la víctima y la transportaran a la sala de urgencias del hospital. Los oficiales encontraron al joven dentro de su casa con una leve herida por arma blanca.
La Fiscalía de Menores dio luz verde para ingresar al muchacho en la unidad de agudos de salud mental para que se le realizara una evaluación psiquiátrica, misma que arrojó como resultado un coeficiente intelectual mayor a 130.
“Quería saber lo que se sentía al matar a una persona”, expresó el victimario, quien por ser menor de edad es inimputable y, de momento, está en custodia de sus padres mientras espera por una medida. La joven española continúa en estado grave.
En el país ibérico los menores de 14 años de edad están protegidos legalmente por normas del Código Civil y en consecuencia se imposibilita una imputación penal.
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