El presidente Joe Biden está planeando obligar a las aerolíneas estadounidenses privadas a transportar a las decenas de miles de refugiados que están atrapados y a la expectativa en Afganistán.
Se espera que 20 aviones de un aproximado de cinco aerolíneas participen en el desalojo de los refugiados, en una acción similar al puente aéreo ejecutado en Berlín en 1952, posterior a la Segunda Guerra Mundial.
The Wall Street Journal citó a funcionarios que declararon que “se están considerando alternativas para aumentar el esfuerzo de evacuación, que incluyen expandir el número de bases en la región para reducir el hacinamiento”.
Los funcionarios también dijeron que los vuelos de las aerolíneas comerciales de apoyo no volarían hacia Afganistán, sino que ayudarían en el desalojo de los estadounidenses y los refugiados que ya se encuentran en las bases estadounidenses de Qatar, Bahgerein y Alemania.
Según ellos, el objetivo es “aliviar la presión sobre esas bases, que están llenándose rápidamente de evacuados afganos a medida que Estados Unidos amplía sus esfuerzos para sacarlos del aeropuerto de Kabul”.
El informe de los funcionarios detalla que se están designando algunas bases militares donde serían alojados los refugiados afganos tras el arribo a Estados Unidos.
De acuerdo con el Journal, el Comando de Transporte del Ejercito de Estados Unidos ya le notificó a las aerolíneas que “podrían verse obligadas a crear una flota de reserva para ayudar con el esfuerzo”.
El capitán John Perkins le dijo al periódico que “el Comando de Transporte de EE UU emitió una orden de advertencia a los transportistas estadounidenses el viernes por la noche sobre la posible activación” de la Flota Aérea de Reserva Civil (CRAF).
Con respecto a los refugiados, Biden declaró la semana pasada que le preocupa el impacto político de importar un gran número de refugiados, algo que se suma a la catástrofe fronteriza que ha tenido bajo su administración.
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