El martes se realizó una polémica votación en la Cámara de los Lores que revocó la entrada hereditaria de dos miembros veteranos al área de restaurantes, bares y a la biblioteca de la Cámara por rechazar una reeducación woke.
El conteo favorable de 315 a 86 dio luz verde para restringir la permanencia de los altos funcionarios Lord Willoughby de Broke, de 82 años de edad, y Lord Kalms, de 89 años, en el área de servicios.
La reeducación que rechazaron se llama “Valorando a Todos, y es un entrenamiento establecido como obligatorio desde el año pasado que “reeduca” sobre el acoso sexual y la intimidación.
Esta decisión comunicada a The Times por un portavoz de la Cámara de los Lores contradice la postura del Comité de Conducta de los Lores, que dijo hace poco que no existían indicios de comportamiento inapropiado con el personal.
“Por mucho entrenamiento que reciba, nunca valoraré a todos”
Ante la advertencia hecha desde el año pasado por el Comité de Conducta sobre la sanción por no participar, Lord Willoughby de Broke descartó lo que denominó como “señalización de virtudes”.
“Por mucho entrenamiento que reciba, nunca valoraré a todos; como ejemplo, nunca podré valorar a los terroristas asesinos, por muchos campamentos de reeducación o autocrítica a los que deba asistir”, expresó.
Aunado a ello, también fueron investigados 60 colegas y amedrentados quienes falten al curso iniciado en abril, entre ellos Betty Boothroyd, baronesa de 91 años que no asistió por estar recuperándose de una cirugía cardíaca.
“Entrenamiento de prejuicios inconscientes”
El año pasado se supo que 40 conservadores planificaban oponerse a un “entrenamiento de prejuicios inconscientes”. inspirado en el movimiento Black Lives Matters, y presentado igualmente a la Cámara de los Comunes.
Lindsay Hoyle, presidenta de la Cámara de los Comunes, confirmó que se cancelaron hasta 884.354 euros a la agencia Challenge Consultancy con el dinero de los contribuyentes británicos para replicar capacitaciones en el Parlamento.
Uno de los legisladores acusó la acción de “mierda marxista de aceite de serpiente”, mientras que el diputado conservador Ben Bradley despotricó calificándolo de “adoctrinamiento” y contó su experiencia de entrenamiento obligado de tres horas.
En su crítica ante Breitbart London, Bradley expuso que la mayor parte del curso consistía en ser amable con el personal interno y no acosarlo sexualmente, así como métodos de escuela primaria usados en el “entrenamiento de prejuicios inconscientes”, con un costo al contribuyente de 7.000 euros.
De acuerdo con lo reseñado por el diario local The Telegraph en diciembre de 2020, dicha capacitación tuvo en ocasiones efectos negativos en el ambiente laboral en general.
También se conoció que para el grueso de contribuyentes ingleses, el entrenamiento de cerca de 170.000 trabajadores del Whitehall en los últimos cinco años representó un gasto de al menos 370.000 euros.
Por su parte, Pritti Patel, ministra de Interior, dio la orden para descartar este adiestramiento entre los agentes de inmigración del Ministerio del Interior, que fue realizado por Challenge Consultancy tras desembolsarles un estimado de 32.510 libras esterlinas.
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