La Teoría Crítica de la Raza (CRT) sigue abriéndose camino en Estados Unidos, y ese es el caso de Raytheon Technologies Corporation, el segundo contratista más grande del país y que le impuso un programa de “antirracismo” a sus trabajadores.
“Ellos lanzaron este programa de adoctrinamiento político. Proporcionaron reglas específicas para los empleados blancos; cómo hablar con los empleados negros”, le dijo Christopher Rufo, opositor de la CRT, al comentarista Tucker Carlson.
“Incluso dijeron que los empleados deberían rechazar el principio de igualdad y favorecer la igualdad de resultados, que es sinónimo de socialismo, tal vez comunismo”, añadió Rufo, basado en lo que le dijo un denunciante.
Raytheon, con su programa de CRT llamado “Juntos más fuertes”, defiende que los hombres cristianos blancos heterosexuales tienen el deber de “identificar su privilegio” y participar en lo que llamaron “reparaciones”.
Rufo declaró que Greg Hayes, director ejecutivo del contratista, firmó una declaración llamada “Acción para la diversidad y la inclusión”, que supuestamente promueve “la diversidad”.
También se le pidió a los empleados que firmaran el documento, en el que se les exige controlar “sus propios prejuicios”.
Rufo lamentó que Raytheon, que se encarga de la fabricación de equipos clave de armamento de defensa, se haya dejado “capturar” por esa ideología woke, que ya se ha adentrado en las escuelas del país y otras instituciones.
Juntos más fuertes
En Twitter, Rufo expuso que el programa de Raytheon basado en la Teoría Crítica de la Raza está centrado en la “interseccionalidad”, dividiendo al mundo en grupos de identidad que compiten “con raza, género, religión, orientación sexual y otras categorías que definen” una jerarquía.
Asimismo, criticó que el programa le exige a los trabajadores de Raytheon identificar las razas, así como escuchar la voz de las “identidades marginadas” y, literalmente, callarse mientras estas personas hablan.
“Los blancos deben reconocer que su propia incomodidad es ‘una fracción’ de la de sus colegas negros ‘que están’ agotados, mentalmente agotados, frustrados, estresados, apenas durmiendo, asustados y abrumados”, agregó Rufo.
Rufo siguió compartiendo evidencias suministradas por el denunciante, que prácticamente son instrucciones sobre cómo comportarse con una persona negra.
El investigador criticó que la empresa dividió a sus trabajadores de acuerdo con su raza e identidad: negros, hispanos, asiáticos, nativos americanos, Lgbtq “y otras categorías interseccionales”.
Habló específicamente de una de las diapositivas del programa, que trata sobre cambiar el pensamiento de igualdad por el de equidad, ya que este último se basa en “la igualdad del resultado”.
“Finalmente, en una colección de recursos recomendados, la compañía alienta a los empleados blancos a ‘desfinanciar a la policía’, ‘participar en reparaciones’, ‘descolonizar su estantería’ y ‘unirse a un’ espacio en blanco ‘local”, describió Rufo.
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